Calor
Los expertos en vinos estiman que elevar la temperatura de almacenamiento del vino puede aumentar la tasa de envejecimiento entre dos y ocho veces. Como sabrá cualquier amante del vino, esto no es bueno ya que los compuestos dentro del vino necesitan tiempo para madurar naturalmente. El envejecimiento no natural puede hacer que el vino adquiera un sabor desagradable y áspero.
Un ejemplo clásico de este efecto no deseado es dejar vino en un automóvil caliente. Cuando se deja en este ambiente, el vino madura en cuestión de horas. La temperatura ideal para el vino es entre 4°C y 18°C. Esta consistencia de la temperatura solo se puede lograr realmente en un enfriador de vinos o en una bodega especializada.
Luz
Demasiada exposición a la luz puede afectar dramáticamente el sabor del vino. Los rayos ultravioleta del sol pueden hacer que algunos compuestos en el vino se descompongan, lo que puede producir algunos olores indeseables y un sabor extraño. La luz del sol, y hasta cierto punto, la iluminación fluorescente, son las fuentes de luz más problemáticas.
Las bombillas regulares que se encuentran en el hogar, que emiten luz incandescente, no son un gran problema, pero deben limitarse siempre que sea posible. La oscuridad total es siempre el mejor ambiente para el vino.
Humedad
La humedad de un área es otro factor clave a considerar para el almacenamiento del vino. La baja humedad puede hacer que el corcho se seque y se encoja, lo que puede provocar que el vino se derrame de la botella. Además, el aire que entra en la botella podría oxidar el vino, perdiendo color, sabor y aroma.
Por el contrario, demasiada humedad también puede crear efectos no deseados. La alta humedad puede permitir que crezca moho en el corcho y la etiqueta, pero esto es más un problema cosmético que una amenaza para el vino en sí. La clave es elegir un ambiente que mantenga una humedad constante y moderada.
Vibración
Finalmente, la vibración o el movimiento regular de una botella de vino puede hacer que circule la sedimentación del fondo de la botella, que reacciona con el vino para producir sabores y texturas desagradables.
Aunque la vibración es el menos problemático de los cuatro factores, debe minimizarse siempre que sea posible. Los enfriadores de vino baratos suelen tener motores eléctricos que causan vibraciones diminutas. Con el tiempo, estos ligeros movimientos pueden afectar el sabor del vino. Los vinos con mayor riesgo de vibración son las variedades más delicadas, como el Pinot Grigio.
En resumen, lo mejor es almacenar su preciado vino en un lugar fresco, oscuro y moderadamente húmedo, donde no estará sujeto a movimiento. Métodos tradicionales de almacenamiento de vino, como las bodegas, rara vez están disponibles en los hogares modernos, pero afortunadamente los enfriadores de vino modernos permiten a los coleccionistas proteger sus preciados vinos en prácticamente cualquier espacio. La conservación del vino es un arte, así que ya sea que lo almacene para su propio disfrute o como una inversión para el futuro, vale la pena cuidarlo.